- No digas que mi niño es especial. Mira su interior y no lo compares con nadie más.
- No digas que mi niño es como todos. En su alegría y en su dolor siempre será singular. Conócelo y verás.
- No supongas que lo que debo afrontar es un castigo de Dios o de la vida. No deseo creerlo ni vivirlo como tal.Por eso, ayúdame a transitar el camino con alegría y déjame encontrar por mí misma el propósito de esta experiencia.
- No repitas que me comprendes. El sufrimiento es tan personal que jamás lo lograrás...pero por favor, sigue intentando ponerte en mi lugar.
- No critiques mi forma de criarlo o de ponerle límites. Mi interior se debate entre lo que siento que debo hacer y lo que los demás esperan de mí y de mi hijo.Pero en todo lo que hago se expresa mi profundo amor por este preciado ser.Mejor, anímame y respétame.
- No te alejes de mí si alguna vez sientes que no puedes ayudarme. Permanece a mi lado. Quizás tú me fortalezcas con tu sola presencia y yo con mi experiencia te inspire a ti.
- No endulces las palabras para decirme que todo estará bien y que mejorará. Prefiero saber la verdad, y que me ofrezcas tu hombro para llorar, tu oído para escuchar y tu mano para ayudarme a luchar y enfrentar con valor el mañana.
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me siento muy identificada con este escrito a menudo siento que la gente o magnifica o minimiza la parálisis de mi pequeño Enzo y realmente uno se siente incomprendido y solo en este largo camino que es la PBO... POR SUERTE DIOS NO ME HA DEJADO SOLA: ME DIO A MI MARIDO Y MI HIJO MAYOR Y LOS TRES VIVIMOS PARA HACER FELIZ A ENZO!!!!!!!
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