Leer con los niños cada día las Escrituras es un desafío para mí. Lo que estoy aplicando actualmente es algo que aprendí acerca de la ANIMACIÓN A LA LECTURA. Se trata de invitar, entusiasmar, interesar, pero nunca obligar a leer, sino que la lectura se vaya transformando en una necesidad de apoco, hasta que la persona se vaya transformando en un lector ávido y autónomo. La animación a la lectura con libros de todo tipo es realmente gratificante. En el caso de las Escrituras, aprendí hace muy poco que es bienvenida toda estrategia para demostrarle a mis hijos lo valiosas que ellas son en mi vida.
Comparto alguna ideas para compartir cada día con los niños sin caer en lo rutinario.(Muchas de ellas se utilizan en la Primaria, pero hablaré sólo de lo que he realizado efectivamente en casa con mis hijos pequeños):
-Mostrar una lámina para que los chicos digan de qué se tratará el tema de las Escrituras del día.
-Mostrar el dibujo o lámina de un personaje que ese dia les presentará un versículo.
-Utilizar pequeñas actuaciones sencillas para que los chicos sean protagonistas de los relatos que se leen o narran.
- Regalar un Libro de Mormón a cada hijo y marcarle las escrituras relevantes con un dibujo del tema en la parte superior de algunas páginas seleccionadas. Se les puede pedir que busquen el tema del día guiándose por los dibujos.
-Dar pistas acerca de un tema o persona para que ellos lo descubran.
-Mostrar un video de historias de las Escrituras y realizar preguntas o terminar leyendo un versículo relacionado.
- Cantar un himno y relacionar con el un versículo .
-Realizar una pregunta acerca de algún suceso del día anterior y preguntar qué haría determinado profeta de las Escrituras.Leer sobre el tema que los niños expresen.
-Esconder en determinadas partes de los libros canónicos algún dibujo que los niños busquen para leer varios versiculos relacionados.
-Utilizar títeres de dedo para que los chicos representen pequeños relatos.
-Mostrar un objeto para despertar al curiosidad e iniciar la narración de algún relato en particular, señalando en qué parte de los libros canónicos pueden encontrarlo.Ej: piedras para hablar de David y Goliat o el hermano de Jared; harina y aceite para hablar de Elías y la viuda de Sarepta, semillas para hablar de la fe según lo explican Alma y Amulek; etc.
Si bien debe haber mil maneras de animar a la lectura de las Escrituras lo importante es tener un testimonio de ellas e intentar transmitirlo a través de diversos medios, sin dejar de lado la ayuda del Espíritu Santo.La rutina y la obligación con mis hijos jamás han resultado. Considero que la dedicación diaria, el esfuerzo mental para elegir nuevas maneras de comunicar y la perseverancia son claves para sembrar en el corazón de los niños el amor hacia el Evangelio, que algún día dará sus frutos.
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